La palabra cocina está tan unida a la Navidad como los villancicos. No sólo son los avisos sobre las consecuencias de los posibles excesos gastronómicos que parecen propios de estas Fiestas, sino también la enorme variedad de platos navideños que se preparan en las diferentes zonas del país y del mundo (algo de eso ya os contamos aquí el año pasado). Es una época de mucho trabajo entre fogones… pero sólo si nos apetece. Otra posibilidad es dejar que se ocupe del menú navideño (o findeañero) alguna empresa especializada, entre las muchas que hay en nuestro país (podéis encontrar un listado exhaustivo en la web http://www.guiacatering.com) y que, en contra de lo que mucha gente se piensa, no dan servicio únicamente a empresas.
El sector del catering no se ha escapado de la crisis; los profesionales han percibido el mismo descenso en su negocio que las demás ramas del sector de la restauración. A pesar de ello, numerosas empresas puestas en marcha por emprendedores que un día decidieron aprovechar su experiencia en la cocina para suministrar sus delicias a quien lo pidiese –sorprende ver cuántas comenzaron organizando eventos para familiares y amigos- amplían y diversifican su actividad para llegar a todo tipo de público.
Una de ellas es En Tus Fogones, empresa de catering puesta en marcha hace tres años por Jaime Guadaljafara y ílvaro Ardanza después de años trabajando en algunos de los mejores hoteles del mundo. Jaime nos aclara que las empresas constituyen su principal cliente, pero que prestan también servicio a particulares, a partir de 60 personas: «De dar eventos para amigos pasamos a empresas y comenzamos a fidelizar clientes. Ahora estamos a punto de trasladarnos a una nave de cien metros cuadrados, para empezar con el negocio de las bodas». Si no se tiene la previsión de invitar a tanta gente, se puede recurrir a su servicio de manjares navideños: «repartimos pulardas rellenas y pavos por encargo, todo deshuesado, para cortar y servir. Salen por unos cien euros unidad, con guarnición y salsas».
Una buena presentación es característica de las empresas de catering (Foto: Azulius)
Otras empresas atienden a cantidades más modestas; Azulius, fundada en Barcelona hace once años por Patricia Masdevall, ofrece comidas y cenas a partir de ocho personas. «Para particulares, antes llevabamos a las casas un típico menú catalán de Navidad, con canelones, escudella… Ahora lo seguimos haciendo si nos lo piden, pero nos adaptamos a lo que nos pide el cliente: aperitivos, cócteles… Nos desviamos de la oferta tradicional y así la gente se anima a probar cosas diferentes», nos cuenta Patricia, que comenta que la gente prefiere recurrir a este servicio en Nochevieja, más que en Navidad. En Celinacatering, donde organizan cenas con o sin camareros a partir de ocho comensales, tienen también sus especialidades propias, aunque les siguen pidiendo lo tradicional: «Uno de nuestros menús de navidad es un rulo de pollo de corral relleno de zanahorias y frutos secos, y una crema de chocolate blanco con espuma de chocolate blanco también. Son cosas que nos piden mucho en los menús», nos cuenta su propietaria, Celina Lozano Gallardo. «Pero antes se comían muchos mariscos, o cordero, y ahora parece que se ha vuelto a poner de moda el pavo, porque la gente lo está pidiendo otra vez».
Las ofertas varían desde menús completos con camareros al formato cóctel (Foto: Celina Catering)
Aunque estas empresas hayan nacido como negocios domésticos, su equipamiento va más allá que el de una cocina tradicional: de un modo similar a los restaurantes, «tenemos una cocina que necesita su zona de frío, su cámara y su congelador para croquetas y cosas congeladas, luego una zona de preparación que incluya envasado al vacío y un buen almacén para temas de bebidas, etc», cuenta Jaime Guadaljafara. «La distribución de una cocina de catering es algo distinta de la de un restaurante. Es un circuito circular de recepción de mercaderías, almacenaje, fuegos, cuarto frío… y luego está la zona de expedición y reparto, que es lo que nos diferencia principalmente. Está todo mucho más sectorizado», añade Patricia Masdevall.
Los motivos para impulsar a la gente a recurrir a uno de estos servicios para estas fiestas tienen que ver, fundamentalmente, con la comodidad: «Todo el mundo tiene derecho a disfrutar, que llegue alguien que te sirva la cena y esté todo rico, en su punto, y tú puedas dedicarte a disfrutar de tu familia y de las fiestas», opina Celina Lozano. «Y en casa siempre estás más a gusto que en un restaurante. Además, que hoy no se pueda coger el coche si te has tomado una copa, o que no dejen fumar, también es un punto a nuestro favor: porque en casa puedes fumar y tomarte las copas que quieras».
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