La electricidad es una de las principales formas de energía utilizadas en el mundo y por supuesto un gran aliado de la gastronomía. Sin ella no existirían determinadas formas de comunicación…, el transporte no sería lo que es en la actualidad…, y lógicamente no podríamos usar determinado equipamiento industrial de cocina tan apreciado por los chefs (hornos, armarios de refrigeración, abatidores de temperatura, freidoras…).
Un poco de historia para entender la electricidad
El sistema de generación y de distribución eléctricas de la corriente alterna trifásica fue inventado por Nikola Tesla. Tras realizar muchos cálculos y llevar a cabo medidas cuidadosos, Nikola encontró que los 60 Hz (Hercios o Hertz, ciclos por segundo) eran la mejor frecuencia para la generación de la energía de la corriente alterna (CA). él prefirió 240 voltios, que lo pusieron en desacuerdo con Thomas Edison, cuyos sistemas continuos (C.C.) eran de 110 voltios.
Tras muchos cálculos y con el paso de los años, se han ido modificando y fijando nuevas frecuencias de voltaje, con el objetivo de generar menos pérdidas y adaptar la capacidad de la electricidad a las necesidades de los consumidores. Actualmente, la mayor parte del mundo utiliza 220-240 V (50 ó 60 Hz). Sólo en una minoría de los países el sistema eléctrico funciona a 100-127 voltios (Canadá, Cuba, Estados Unidos, Corea…).
Clavijas y tomas de corriente
Aunque la electricidad fue introducida en el entorno doméstico para ofrecer iluminación, con los años se convirtió en un verdadero cambio social de implicaciones extraordinarias para la sociedad, comenzando por el alumbrado y siguiendo por todo tipo de procesos industriales (motor eléctrico, metalurgia, refrigeración…) y sistema de comunicaciones (telefonía). Aún así cabe destacar que no existe un voltaje o frecuencia estándar para todo el mundo.
Actualmente, las formas del enchufe, los agujeros del tomacorriente, los tamaños de las clavijas y del enchufe de pared son diferentes en muchos países. En relación a los enchufes por ejemplo, existen 14 tipos diferentes, ya que la mayoría de países han optado por crear su propio enchufe sin llegar a un consenso con el resto de los países. Para solucionar esta incompatibilidad sólo disponemos de dos opciones: sustituir la clavija por la que es estándar en el país o comprar un adaptador (esta última opción soluciona la mitad del problema, ya que no ayuda con la disparidad posible del voltaje). Asimismo, debemos mencionar que la falta de estándares en voltaje, frecuencia y enchufe causa gastos económicos inútiles.
A continuación os presentamos una imagen que os permitirá conocer las diferentes tomas de corriente y clavijas que se utilizan por todo el mundo:
Como podéis ver, hay bastantes variedades, aunque en relación a los enchufes, los de tipo A, C y G son los más comunes.
Tipo A: Este enchufe presenta dos dientes paralelos planos. Son los enchufes estándares en la mayor parte de Norte América y América Central.
Tipo C: Utilizados en todos los países de Europa excepto en el Reino Unido, Irlanda, Chipre y Malta. Son conocidos como los «Europlug» («»euro enchufe»»).
Tipo G: Los enchufes tipo G son de grandes dimensiones y tienen tres clavijas rectangulares colocadas en forma de triángulo. Principalmente, son utilizados en el Reino Unido, Irlanda, Chipre, Malta, Malasia, Singapur y Hong Kong.
En nuestros viajes corporativos, nos hemos enfrentado muchas veces a diferentes tipos de voltaje eléctrico y enchufes, aspectos que hemos tenido que tener en cuenta para ahorrar algún que otro disgusto. Espero que esta información os resulte de utilidad.
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