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10 consejos para dar un aspecto profesional a la fotografía de tus platos

Las imágenes con comida o #foodfies (food + selfie) son una de las categorí­as más populares en Instagram y otras redes sociales. En Fagor Professional hace poco os hablábamos de las ventajas de utilizar Instagram como parte de la estrategia de Social Media de los negocios de restauración. Hoy queremos contaros algunos trucos para hacer que las fotos de vuestros platos tengan un aspecto más profesional y apetecible sin tener que contratar a un estilista o fotógrafo.

#Preparación de los alimentos

Puesto que las imágenes de vuestros platos solo se van a comer «con los ojos» es conveniente cocinar algunos platos un poco menos de lo que lo harí­ais para servirlos al público. De esta forma, muchos alimentos presentarán un mejor aspecto, con formas más firmes y colores más brillantes.

#Herramientas decorativas

Utilizad spray, brochas, pinzas y cualquier herramienta que sirva para mejorar el resultado final. Unas cuantas gotas de agua frí­a añadirán un toque de frescura a frutas y verduras frescas, mientras que un rápido barnizado con aceite proporcionará brillo extra. Las partes de la composición menos estables se pueden fijar con palillos o pinzas que después no saldrán en la foto.

#Puesta en escena

Si perdéis tiempo experimentando con distintas composiciones y encuadres, es probable que los alimentos cocinados empiecen a perder su aspecto más apetecible. Tened todas las herramientas y elementos decorativos preparados con antelación para que el proceso de fotografí­a sea lo más rápido posible en cuanto el plato salga de la cocina.

#Iluminación natural

La luz del flash o la luz artificial crean lí­neas duras y frí­as que resultan desagradables. Buscad un espacio con buena iluminación natural y, si creéis que es necesario añadir luces extra para conseguir brillos o destacar algunos de los elementos del plato, utilizad una fuente de luz distinta a la de vuestra propia cámara.

#Trí­pode
Es imprescindible para obtener un buen resultado. Hay trí­podes de todos los precios y para todo tipo de dispositivos. No es necesario hacer una gran inversión pero sí­ garantizar la estabilidad de la fotografí­a.

#Encuadre y composición

Jugad con la composición de los elementos hasta que encontréis la que resulta más atractiva. Probad a fotografiar solamente una parte del plato o una porción del mismo en lugar del plato completo. Tened en cuenta que el formato de las fotografí­as en Instagram es cuadrado, así­ que si vais a hacer una foto con cámara o desde una aplicación con otro formato deberéis recortar la foto antes de publicarla y cambiará la composición original.

#La regla de los tercios

Esta técnica es una de las más utilizadas en la composición de imágenes. Se trata de dividir la imagen en una cuadrí­cula imaginaria de nueve casillas. La mirada se posa instintivamente en los cuatro puntos marcados por la intersección de estas lí­neas. La mayorí­a de las cámaras y aplicaciones muestran una plantilla con esta cuadrí­cula que nos permitirá situar en los puntos clave los elementos a destacar, como una guarnición, el punto de un asado o el elemento principal del plato.

#Fondo y enfoque

La protagonista de las imágenes debe ser siempre la comida por lo que es muy recomendable que el fondo esté libre de elementos que distraigan. Se recomienda utilizar una profundidad de campo corta para que quede desenfocado. Una profundidad de campo muy corta puede resultar en que no todos los detalles del plato queden igualmente enfocados. Si ese es el caso, probad a centraros en uno solo de los elementos y jugad con la composición.

#Punto de mira

Experimentad con diferentes ángulos: planos picados, cenitales o a nivel. Si la composición y decoración del plato son importantes es recomendable utilizar una toma cenital pero tened en cuenta que este tipo de iluminación resulta más complicada.

#Filtros

Los filtros predeterminados de muchas aplicaciones y programes de retoque permiten realizar modificaciones drásticas en las fotografí­as, pero producen un resultado muy artificioso. Siempre que podáis, es recomendable modificar manualmente los valores de saturación, temperatura de color, tono, etc. para conseguir el efecto deseado sin que la fotografí­a parezca falsa y pasada por Photoshop (aunque lo esté).

Si ponéis en marcha estos consejos, no dejéis de compartir vuestra opinión y vuestros resultados con nosotros en la sección de comentarios y en las redes sociales.

Fotos: theguardian.com

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