Pasadas las (multitudinarias) celebraciones, pasada la (muy merecida) alegría, pasada la (bienvenida) histeria, y mientras empieza a posarse el polvo de la resaca del Mundial de Fútbol, no sólo La Roja se ha beneficiado de esta hazaña sin precedentes que supone haberse proclamado campeona del mundo de fútbol por primera vez en su historia; noticias y estadísticas apuntan también al sector de la hostelería y la restauración como uno de los principales beneficiarios de la pasión desatada por la Selección.
Lógico: ¿de qué sirve ver el mayor triunfo de la historia del fútbol español si lo estás viendo solo? Tradicionalmente, España ha sido un lugar donde la cultura del bar para ver los grandes encuentros ha tenido mucha aceptación. La cosa viene de tiempos ya bastante lejanos, donde no todos los hogares tenían televisión –frente a los actuales, donde cada vez es cosa más rara el hogar que sólo tiene una– y el bar era el principal punto de reunión de los parroquianos para ver el partido del domingo (porque en esos tiempos, también, sólo había fútbol el último día de la semana, aunque cueste creerlo). La tele –y las teles- se ha popularizado mucho desde entonces, pero sigue estando presente la idea de que los grandes acontecimientos hay que verlos en compañía.
«Fútbol y hostelería (foto de TheWizardSite.com)»
Los datos de la Federación Española de Hostelería (FEHR) estiman un incremento de la cifra de negocio de entre el 20 y el 30%; como cabía esperar, buena parte ha correspondido a las empresas de comida a domicilio, pero los bares y restaurantes también se han beneficiado de la fiebre balompédica, sobre todo, según ha explicado la FEHR, los establecimientos que han sabido combinar la oferta gastronómica con la tecnológica, y han ofrecido grandes pantallas y sonido en alta fidelidad comme il faut.
Similar fenómeno se ha vivido en otros muchos países, y noticias procedentes de lugares tan distantes como la India o Canadá, hablan de restaurantes y bares repletos, sobre todo a la hora de ver la gran final. En casos concretos como Inglaterra su centenaria cultura del pub se impuso y en ellos se concentró la afluencia, para perjuicio de los restaurantes. Y anécdotas las ha habido para todos los gustos; ha sido muy comentado el caso del restaurante de Fenix (Arizona, EE UU) que decidió incluir como plato especial durante el Mundial de Fútbol las hamburguesas de león, con lo cual consiguió dos cosas: una considerable lista de espera de comensales atraídos por lo éxotico y las protestas de las asociaciones pro derechos de los animales.
¿de qué sirve ver el mayor triunfo de la historia del fútbol español si lo estás viendo solo?
¿Y el pulpo? ¿No hablamos del pulpo en una entrada tan futbolera y gastronómica? Pues sí; precisamente The Washington Post recogió la noticia del chef español José Andrés, afincado en Washington D.C., que además de vivir con intensidad todos los partidos declaró en su canal Twitter personal que en homenaje al octópodo había decidido retirar el pulpo como componente de cualquier plato de la carta de sus restaurantes en Estados Unidos hasta nuevo aviso. De bien nacidos…
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