Hace falta algo más que el fuego para destruir una buena idea. Si esa idea es realmente buena, entonces un desastre natural puede ser una oportunidad para volver a empezar. El recurso literario más fácil es decir que el restaurante Mugaritz ha resurgido como el Ave Fenix del incendio que destruyó su cocina y afectó seriamente a sus instalaciones el pasado mes de febrero… ¡Pero es que éso es exactamente lo que ha hecho! Esta semana se inaugura el nuevo Mugaritz, totalmente reformado por dentro y por fuera, tanto en sus instalaciones de cocina –donde podemos afirmar sin modestia que Fagor Professional ha tenido algo que ver– como en toda la zona de comedor y atención a los comensales.
Preguntando por aquí y por allá, que tampoco se trata de revelar las fuentes, hemos podido recoger algunas impresiones de personas que han participado directamente en su reconstrucción. Hay coincidencia en señalar lo desolador de su estado inicial, cuando el fuego arrasó completamente la zona de cocinas y tintó de hollín y cenizas el resto del restaurante. Pero también la hay en señalar la rapidez con la que se emprendieron las obras de reconstrucción, completadas en poco más de tres meses, y la determinación de Andoni Luis Aduriz y su equipo para partir casi desde cero y conseguir un nuevo Mugaritz.
Mugaritz, como todos los establecimientos señeros, había ido creciendo con los tiempos, y ese crecimiento había obligado a ir haciendo ampliaciones puntuales, sobre todo en la zona de cocina, con las que irse adaptando a las nuevas necesidades de modernización. Pero la reconstrucción ha permitido hacer tabla rasa: las nuevas instalaciones están hechas a medida, y la luz natural, ese ingrediente más necesario de lo que parece para conseguir un trabajo bien hecho, ahora entra a raudales por los nuevos ventanales que iluminan la zona.
El resultado es el Mugaritz de siempre, y al mismo tiempo, un Mugaritz nuevo, con el peso de la historia que tiene el viejo caserío que siempre lo ha albergado, pero escondiendo en su interior unas instalaciones propias para la creatividad culinaria más avanzada. Vuelve con nosotros. Pero, la verdad, nunca terminó de irse. ¡Bienvenido!
Foto: Oscar Oliva / Punto Colorado Estudio Gráfico
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