Era el champán preferido de Raymond Chandler, y de otras muchas celebridades. También, por cierto, de numerosos conocedores en todo el mundo, cuyo entusiasmo y aprecio por la calidad han convertido a Mumm en una de las marcas de referencia en el mundo de los espumosos premium. Y, para aquellos de esos conocedores que residan en la capital de España, la casa G. H. Mumm ha celebrado su Maison Mumm por tercer año consecutivo, con un evento en el Hotel Santo Mauro de Madrid donde fluyeron por igual la elegancia, el saber estar… y el champán, obviamente.
La fachada del Hotel Santo Mauro, ubicación del Oyster Bar de Maison Mumm
Durante una semana entera, del 8 al 13 de noviembre, el Santo Mauro ha albergado el Oyster Bar de Maison Mumm, donde se ha presentado una increíble oferta de champán y ostras, eso que hoy se llama un maridaje, pero que en realidad constituye una de las combinaciones gastronómicas más tradicionales –y gratificantes- desde que el mundo es mundo. La elección de este hotel no ha sido casual, ni basada únicamente en el lujo que siempre lo ha caracterizado, sino también en escogerlo como réplica de la emblemática mansión de Reims en la que la marca tiene su sede.
No sólo la presentación era de lujo, también el contenido
En la Maison Mumm de este año, se ha contado con la participación de una decena de chefs que reunían entre todos 13 estrellas Michelín, y que demostraron con su creatividad que existen muchas maneras de dar un toque particular a las ostras, combinándolas con ingredientes nuevos que potencien su sabor y estimulen todos los demás sentidos que intervienen en su degustación.
Para el evento de presentación –donde estuvimos gracias a la amabilidad de @Gastrosfera y @Gastrobotánica (os apuntamos sus cuentas de Twitter para el improbable caso de que no los sigáis)– se contó con un invitado estrella, Rodrigo de la Calle y su jefe de cocina, Víctor Pinilla,que utilizaron su ya famoso caviar cítrico para armonizar el sabor de la ostra y aportar un sorprendente sabor ácido, rebajado con agua de tomate gelificada. ¡Una delicia! Por su parte, Joan Roca aportó su particular versión, combinando compota de manzana, fruta escarchada y un poco de champagne que aporta un toque dulce único.
Como todos los eventos de Gastrosfera, la jornada fue un auténtico placer, por el entorno, por los manjares y por la compañía. ¿Alguna pega? Pues que tiene que pasar un año entero para que la Maison Mumm reabra sus puertas. ¡Pero la espera merece la pena!
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