Cuando se habla de industria hostelera y alimentaria, puede decirse sin exagerar que el mercado tiene una puerta de entrada a Oriente, como una herencia de las fronteras que en su día franquearan viajeros legendarios como Marco Polo, que también tuvieron algo que ver en estas cosas del comercio alimentario. Esta puerta, en pleno siglo XXI, es la feria Gulfood, que ha cerrado sus puertas hoy en Dubai, y que ha constituído, una vez más, el mayor evento de esta clase para los sectores de alimentación, bebidas y alojamiento hostelero.
Sus propios organizadores la definen como EL lugar de encuentro de la industria y claro, siempre podrá objetarse que ellos qué van a decir a fin de cuentas… Pero es que las cifras de la nueva edición impresionan: 81 pabellones internacionales que acogen a 3.800 exhibidores (un 10% más que en la edición anterior), entre los que este año se han contado 106 empresas españolas (sí, nosotros también hemos estado, gracias por preguntar… Ya hemos contado aquí en alguna ocasión la borrachera de actividad que supone una feria de estas características, pero a final siempre se queda uno con una sensación a caballo entre el agotamiento y la euforia, predominando –eso sí- la segunda).
«Mikel Coronado (izquierda) y Nadeem Andul Wahed (derecha) nuestros representantes en Gulfood, atienden a un visitante en el stand.»
Además de una feria comercial de primer orden, Gulfood es también todo un espectáculo. Sus miles de visitantes la convierten en una ONU del sector hostelero, con gastronomías y equipamientos de los cinco continentes que luchan por hacerse notar recurriendo a stands espectaculares, presentaciones irresistibles y demostraciones en vivo. Estas últimas son uno de los grandes atractivos de la Feria, y es raro encontrar un rincón donde no haya un chef envuelto en una demostración de sus habilidades; no es de extrañar, pues 1.300 de ellos participarían después en el Salon Culinaire, la competición gastronómica oficial de la Feria.
De entre todas las celebradas, la competición que más nos interesó fue sin duda la Spain Food & Passion, un concurso de tapas para los cocineros de Emiratos írabes Unidos, que debían utilizar aceite de oliva virgen extra, queso manchego y pimentón para elaborar platos que no desmerecieran en ninguna barra española.
La espectacularidad de otras demostraciones, como las de escultura sobre hielo para presentaciones gastronómicas, nos dejó literalmente helados, y la competición Pastry & Baking Salon 2011, centrada en doce especialidades de panadería y pastelería consiguió unas creaciones a las que –casi, casi- daba pena hincarles el diente.
El programa de actividades se completó con una apretada agenda de conferencias, donde expertos de todo el mundo hablaron de tendencias de mercado, exportación de alimentos envasados, análisis del sector hotelero de Oriente Medio, o el crecimiento de la afición por comer fuera de casa que se está produciendo en los últimos años en los países de la zona y las oportunidades que ello supone. Paralelamente, se desarrolló el programa de conferencias sobre salud y seguridad alimentaria, donde los aspectos sanitarios y científicos ocuparon la mayor parte de las intervenciones.
Demasiada intensidad para sólo tres días… Pero es que Gulfood es como un menú repleto de platos apetecibles para todo tipo de paladares.
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