Vivimos en una sociedad donde cada día se le da más importancia a la salud, el bienestar animal y la sostenibilidad, por eso, lo que antes se veía como una moda hoy en día es un estilo de vida de muchos. Hablamos de los veganos, vegetarianos y flexitarianos. El mundo cambia, la sociedad también y nos tenemos que adaptar a estas nuevas realidades. Ya conoces el dicho, ¡Adaptarse o morir!
Pongámonos en situación. El veganismo y el vegetarianismo son corrientes que promueven una dieta (y vida) libre de carne o productos derivados o testados en animales. Mientras los veganos eliminan de sus vidas todos los productos – alimenticios y de higiene y belleza – procedentes de animales (carne, huevos, lácteos, miel, etc.), los vegetarianos sólo eliminan de sus dietas la carne animal (carne y pescado).
Y los flexitarianos, aquellos vegetarianos que ocasionalmente comen proteína animal, ¿de dónde surgen? Al parecer todo empezó a principios de los 90, cuando Helga Morath abrió un pequeño restaurante en Austin (TX) llamado Acorn Café. En realidad, Helga no inventó nada nuevo, pero sí que puso nombre a esa dieta que muchos ya estaban siguiendo: el flexitarianismo. Tiempo después, el periódico Austin American-Statesman publicó un artículo sobre Helga y su restaurante, señalando que en él se servía comida flexitariana, convirtiéndose así en la primera referencia escrita del término.
Hacerse veggie (término que engloba las tres dietas) es un proceso en el que hay que tener en cuenta también las necesidades del cuerpo, ya que, para mantener una dieta equilibrada, ésta debe incluir los denominados macronutrientes: proteína (en este caso vegetal), carbohidratos y grasas saludables. Así pueden llegar a ser aptas incluso para niños, embarazadas y atletas. Además, estudios han afirmado que hasta 5,5 millones de vidas podrían ser salvadas alrededor del mundo si se hiciera una correcta transición a una dieta veggie, ya que es una alimentación rica en antioxidantes y libre de grasas saturadas o grasas trans, que se han convertido en las principales causas de muerte prematura.
Será por eso que, en los últimos años, cada vez más personas se han sumado a estos estilos de vida. Sólo hace falta ver que en 2019 el 9,9% de los españoles adultos eran veggies, el 64% representado por mujeres. Y es que hoy en día se trata de uno de los estilos de vida más buscados y seguidos en redes sociales, y su poder es tan grande que se han convertido en uno de los principales focos de atención del mundo gastronómico y otros sectores económicos.
Como era de esperar, muchas cadenas o restaurantes están empezando a incluir en sus cartas platos vegetarianos/veganos con una gran acogida entre los clientes . El hecho de que sea un plato veggie no quita a nadie de poder comerlo, y de hecho mucha gente que no es vegana ni vegetariana han introducido este tipo de platos en sus dietas.
A la vez que vemos como la oferta de estos productos aumenta, vemos cómo la curiosidad sobre estas dietas lo hace también en Internet y las Redes Sociales. Tanto es así que los resultados que recoge la plataforma Google Trends, en la que un valor de 100 indica la popularidad máxima de un término, dan cuenta de la evolución de este concepto también en Internet. Entre las búsquedas de Google de hace un lustro, la palabra vegano puntuaba 40 sobre 100 a nivel nacional, mientras que en los últimos 12 meses ha alcanzado una media de 70, llegando a superar el 95 en varias ocasiones. Este crecimiento se ve también en otros términos relacionados, como «veganismo», «vegetariano» o «veggie».
Gráfico: Google Trends Búsqueda término «vegan» en todo el mundo (últimos 5 años)
Como decíamos al principio del post, el mundo cambia, la sociedad también y es necesario adaptarse a estas nuevas realidades, al igual que nos hemos adaptado a los alérgenos, hagámoslo al mundo veggie.
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