Primero fue sólo una idea, pero con el tiempo se fue convirtiendo en una necesidad: teníamos que hablar con Juan Echanove. Todos sabíamos que, además de un excelente actor, era un gran aficionado a la cocina, pero en los últimos tiempos es que llevaba esta pasión por los fogones de un lugar a otro: primero fue el programa de TV Un País Para Comérselo que presenta al alimón con Imanol Arias, seguido del correspondiente libro sobre el mismo. En diciembre pasado añadió a todo esto un blog personal, Un Blog Para Comérselo, ¡Pero es que además, en Madrid Fusión lo hemos visto cocinando al lado de Paco Roncero!
Echanove y Roncero en su demostración (gracias a @guiarepsol por cedernos la foto y por la narración que ha hecho en su Twitter de Madrid Fusion)
¿Qué está pasando aquí? Cuando le localizamos, es obligatorio preguntarle el tópico de si tanta afición a los fogones no va a acabar tapando una carrera de actor de treinta años. Pero eso lo tiene muy claro: «mi profesión es la de actor, y esa no la dejaré nunca». Sin embargo, es como si el éxito de Un País Para Comérselo hubiera servido para situar al Echanove cocinero frente al Echanove actor, aunque sobre el episodio con Paco Roncero ya nos deja muy claro que «no se puede pensar que yo cocinando pueda estar a ese nivel, pero sí que soy muy aficionado, y dentro de esta feria de Madrid Fusión no me importa dar un toquecito de humor a través de la cocina, y de participar al lado de un profesional de la talla de Paco».
Los comienzos de su afición (o, como él mismo aclara, de su «pasión») hay que buscarlos, según él mismo nos cuenta, muy, muy atrás. «Llevo cocinando desde los 17 años, y cuando estoy en mi casa, como hoy, por ejemplo, cocino al mediodía y por la noche… Siempre desde un nivel completamente amateur; lo que ocurre es que lo hago desde hace tantos años y con una pasión desatada, con tantos amigos que son buenos cocineros, que cada día cocino mejor… pero es que todo lo bueno se pega».
Conviene aclarar que esta entrevista se ha realizado en un entorno de multitarea, ya que Echanove nos ha atendido mientras preparaba una crema de hinojo para el almuerzo y ultimaba una nueva entrada en su blog. El blog, esa era la otra cuestión pendiente. ¿Qué necesidad tiene de unirse a la blogosfera gastronómica una persona tan conocida y tan presente en otros medios de comunicación? «Para mí el blog es una derivación de todo lo que no me permite mi programa de televisión; el programa me obliga a hacer algo dinámico, turístico, que está muy bien y que además es un proyecto al que yo le tengo un enorme cariño… pero yo empecé hace trece años a escribir unas reflexiones sobre gastronomía que ya se llamaban Un País Para Comérselo, y hace dos temporadas cristalizaron en esa serie de TV. Pero creo que el mejor ámbito para estas reflexiones es el blog, que te permite una relación directa con quien quiera leerte».
La cabecera de su blog. Dentro hay mucha sustancia, señores.
Y, nos aclara, «no es sólo gastronómico; son también experiencias de mi vida, de mi trabajo… A fin de cuentas, gracias a mi profesión viajo mucho, me paso el día pegado a una maleta y conozco a mucha gente muy interesante, vivo unas experiencias que me apetece compartir». Precisamente, la entrada que preparaba conjuntamente con la crema de hinojo tenia relación directa con esa gente interesante, ya que buscaba «resaltar la labor de dos personas que cuando se habla de cocina en España es que me parecen fundamentales: uno es Martín Berasategui, y el crítico gastronómico de Intereconomía Jonatan Armengol. Es impresionante que sea ciego y que tenga esa capacidad y esa percepción, una sensibilidad y un talento que le hacen ser uno de los grandes».
«Impresionado» por las 500.000 visitas recibidas hasta ahora, Echanove manifiesta su intención de seguir alimentando el blog con un comentario y una foto a la semana «por lo menos. Para mí hacer esto en mi tiempo de descanso es algo que me gusta, no quiero escribir un libro ni nada, sino escribir de forma directa, para la gente». La misma gente que ha podido conocer a lo largo y ancho del país en las dos temporadas de su programa, y que conserva como lo más valioso de toda su experiencia: «gente que vive pendiente de un cambio de clima, del resultado de una cosecha, de que una vaca para bien un ternero, de que el mar les permita salir a pescar… una gente que se esfuerza tanto que a mí me emociona, yo creo que somos un país para comérselo precisamente por eso, porque en él encuentras a mucha gente que también es para comérsela».
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