Cuando se habla de la festividad de San Valentín hay que reconocer que las cosas han cambiado mucho desde los tiempos de las películas de Jorge Rigaud, que sospechamos no recuerdan ya ni los lectores más veteranos de este blog. Eso del Día de los Enamorados puede sonar a cursilada o a algo propio de tiempos pasados que no merece tomarse en serio. Claro, las cosas cambian un poco cuando se trabaja en el sector de la restauración.
Aclaremos, antes que nada, una cosa: pese a lo que pueda pensarse, San Valentín no es un invento de la sociedad de consumo para hacer negocio… al menos, no del todo. Referencias a esta fecha como la festividad de los enamorados pueden encontrarse en Hamlet y en otras obras clásicas… aunque eso sí, todas pertenecientes a la cultura anglosajona. Es conocido que su importación a España se debió a la iniciativa del empresario asturiano José «Pepín» Fernández, fundador de Galerías Preciados, que se trajo la idea de Estados Unidos aproximadamente a finales de los años 40 con fines no tanto folklóricos como comerciales. Desde entonces se ha implantado en nuestras costumbres con la misma fuerza con que últimamente lo está haciendo Halloween, y en ambos casos, con una considerable fuerza comercial detrás. (Otras festividades americanas, como el Día de la Secretaria, donde se espera un regalo más o menos rumboso hacia este colectivo por parte de sus jefes, no han terminado de calar aquí). Pero San Valentín hace tiempo que trae consigo no sólo mucho amor, sino muchas oportunidades de negocio para los profesionales de la hostelería.
En Estados Unidos, la National Retail Federation (NRF) acaba de hacer público un informe sobre las expectativas de gasto de los consumidores estadounidenses el próximo San Valentín, que establece la cantidad media en 126 dólares (95 euros) por persona, lo que equivale a un 8,5 por ciento más que en 2011 y establece el gasto total en 17.600 millones de dólares. Una cifra impresionante que hay que dividir entre flores, dulces y regalos en general, pero de la que 3.500 millones estarán destinados a cenas y salidas románticas. En España no se dispone de datos generales sobre el país, pero si de algunas comunidades: por ejemplo, la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia acaba de hacer públicas sus estimaciones de que más de 300.000 parejas saldrán a cenar en la Comunidad coincidiendo con San Valentín.
No es de extrañar que restaurantes y hoteles se esfuercen en estas fechas por diseñar ofertas especiales para atraer a las parejas que quieran celebrar como corresponde o bien el comienzo de una relación que, por supuesto, deseamos eterna, o todos los años que llevan juntos sin que haya aparecido la temida sombra de la separación. Menús románticos, estancias a medida en hoteles y spas, e incluso paseos en helicoptero, todo vale a la hora de atraer a la clientela de una fecha que parece seguir teniendo un atractivo especial para las parejas y para los establecimientos dispuestos a acogerlas. ¿Quién iba a decir que el amor es una de las mejores armas contra la crisis?
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