La profundidad es la idónea para maximizar el aprovechamiento de la temperatura, generando un notable ahorro de carbón/madera. Cuenta con un sistema de ventilación forzada para acelerar la generación de brasas en la puesta a punto, reduciendo el tiempo de puesta en marcha de 20 a 5 minutos. El sistema de entrada de aire es regulable, para mejorar el control de la combustión del carbón durante el uso.