Las parrillas de hierro, por su parte estriada, poseen una importante inclinación hacia el frente, para facilitar la caída de grasas y líquidos hacia el orificio de recogida y al cajón recoge grasas. Estas parrillas de hierro, con un acabado de baja porosidad, son desmontables en secciones de 170 mm de ancho, sin necesidad de herramientas, para facilitar la limpieza. En los modelos de parrillas de acero inoxidable, éstas son fabricadas con lamas de acero, y se limpian muy fácilmente. Las resistencias en las barbacoas eléctricas se pueden inclinar para facilitar la limpieza. Todos los modelos poseen peto anti salpicaduras, desmontable en tres piezas para facilitar su limpieza.